El Ejército de Estados Unidos se ha visto obligado a dar un volantazo en su estrategia de modernización artillera. La reciente cancelación de su ambicioso programa para desarrollar un cañón de largo alcance, conocido como ERCA, ha dejado un vacío en su capacidad artillera que ahora necesita cubrir con urgencia. El fracaso de este proyecto nacional, anunciado este mismo 2024, ha abierto de par en par las puertas del Pentágono a soluciones ya existentes en el mercado internacional. Esta situación ha puesto de manifiesto la urgencia por modernizar sus capacidades, un esfuerzo que también se refleja en en otros escenarios estratégicos.
Sin embargo, este revés para la industria de defensa norteamericana se ha convertido en una oportunidad de oro para sus competidores europeos. La compañía fr