Durante décadas, los científicos han observado corrientes de plasma que caen hacia la superficie del Sol , un fenómeno conocido como lluvia solar. Lo que intrigaba a los investigadores era cómo se formaban tan rápidamente estas lluvias ardientes durante las erupciones solares.
Un equipo de la Universidad de Hawái en Mānoa ha identificado la pieza que faltaba: la atmósfera del Sol no permanece constante, sino que cambia de composición con el tiempo , creando la tormenta perfecta para la lluvia de plasma.
Lluvia solar: un aguacero ardiente
A diferencia de la lluvia de agua en la Tierra, la "lluvia" del Sol se produce en su capa más externa, la corona. Aquí, el intenso calor crea gotas de plasma más frío y pesado que se forman repentinamente y caen en picado hacia la superficie del So