La esperanza de vida de las mujeres es mayor que la de los hombres . Si bien existen marcadas diferencias regionales, esta tendencia se observa a nivel mundial : las mujeres viven, en promedio, unos cinco años más que los hombres . Los estudios han demostrado que la disparidad comienza ya en las tasas de mortalidad infantil , siendo los recién nacidos varones más vulnerables a enfermedades y trastornos genéticos .
Esta desigualdad persiste a lo largo de la vida, y se han sugerido varios factores para explicar el fenómeno. En la juventud , las tasas de mortalidad de los niños se asocian con conductas de mayor riesgo , lo que los expone especialmente a la violencia y los accidentes .
En la edad adulta, hábitos de riesgo como el tabaco , el consumo de alco