La materia prima con la que trabajan los seguros del crimen organizado es el terror, que no está lejos de lo que pasa con las aseguradoras legales, pues extorsionados y no extorsionados pagan por miedo a perder su patrimonio, llámese derecho de piso o prima asegurada.
Una o ambas circunstancias se constituyen en un gasto fijo que genera certidumbre: ese pago garantiza el sustento familiar, aceptan los dueños de establecimientos productivos.