Un viaje rutinario se convirtió en pesadilla para un joven de 29 años cuando abordó un colectivo informal en la avenida Javier Prado con destino a Magdalena. Lo que parecía un trayecto común se tornó en un secuestro y robo planificado: tres delincuentes lo amenazaron con un arma, lo obligaron a entregar sus claves bancarias y se llevaron más de 30 mil soles.
El vehículo, que había sido reportado como robado desde septiembre y contaba con placas falsas , sirvió como instrumento para un crimen meticulosamente organizado. Los falsos colectiveros aprovecharon la apariencia de normalidad del servicio de transporte para acercarse a la víctima, subir las lunas polarizadas y ejecutar el robo sin levantar sospechas hasta que ya era demasiado tarde.
La rápida intervención policial transfor