Un equipo de investigación de la Universidad de Jaén (UJA) ha identificado las áreas del cerebro que se activan al detectar la desinformación . En concreto, ha medido las señales eléctricas del cerebro tras procesar una campaña institucional sobre desinformación para comprender los mecanismos neuronales que intervienen en la identificación de mensajes falsos.
Alerta como vacuna
Los resultados apuntan a que, tras recibir esta acción divulgativa, se activa un sistema de alerta que lleva a los receptores a invertir más recursos cognitivos conscientes en procesar datos posteriores. Esto implica estar más pendientes de lo que reciben, con lo que se reduce la tendencia a compartir y creer en elementos de las redes sociales.
Los expertos asimilan este efecto al de una vacun