La victoria de Alcaraz en el US Open de hace un mes y medio le elevó al número uno del mundo y mandó a Sinner a reflexionar al diván. El italiano reapareció consciente de que debía introducir cambios en su tenis, él mismo lo verbalizó y él mismo lo representó. Redujo el número de errores no forzados, elevado al cuadrado en Nueva York , y fundió (2-6, 4-6) al murciano a base de cañonazos, con un servició imponente y gran movilidad de piernas.
El italiano revalida la corona en el desierto y se lleva todo, tanto las sensaciones tenísticas como el suculento premio económico. Más de cinco millones de euros a su cuenta corriente y una raqueta de oro valorada en un cuarto de millón de euros . Sinner la recibió durante la ceremonia de entrega de trofeos, bajo la atenta m