Saquear, matar, incendiar, asaltar y volar trenes era su especialidad. Los Cedillo no tenían rival en la región: actuaban con tal destreza y presteza que no quedaba carro sano ni cosa de valor. No discriminaban entre los vagones del Express, donde viajaban las riquezas del gobierno, y las faltriqueras del pasajero más humilde. Ruegos y súplicas eran inútiles. Nadie podía detenerlos. Su fama de temibles se extendía con rapidez por todo el Valle del Maíz, Angostura y la región de Rioverde. Lo que motivaba su violencia era, sin duda, un odio profundo, aunque su programa y sus objetivos se percibían difusos.
Primero, se levantaron en armas contra Madero; tras su asesinato, se enfrentaron a Huerta; luego, contra Carranza, alineándose por un tiempo con Victoriano Huerta, y finalmente contra tod