Villahermosa, Tab.— “Para saber si un gobernante es verdaderamente un estadista o un simple patán con mando, basta ver la calidad del grupo político que lo rodea”, dijo Humberto Mayans en un hotel del Centro Histórico de Tabasco el 5 de enero de 2001; citando a Carlos Madrazo , inició su discurso de renuncia al Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Ese año, tras la anulación del triunfo de Manuel Andrade como gobernador en Tabasco, la política tabasqueña —así como el PRI nacional con el triunfo de Vicente Fox — se desmoronó y esa fue la oportunidad que aprovechó Adán Augusto López Hernández para posicionarse como posible gobernador interino.

La división interna del PRI y los lazos que sostenía con el PRD —desde la infancia con Andrés Manuel López Obrador

See Full Page