A una le correspondió, bajo la tutela de la otra, encaminar el Instituto Regional de la Mujer (IREMUJER).
Eran los albores de la Revolución y la gobernadora Yelitze, quería marcar impronta en su estado. En el ámbito nacional, el comandante Chávez impulsaba los movimientos por la mujer.
. Fue la primera gran tarea que le asignó Santaella y vaya que la cumplió.
. Hasta se llegó a pensar que la de Clavellina le impondría los galones de gobernadora, cerca estuvo.
En 2024 ocurrió un episodio curioso, la otrora ministra del Poder Popular para la Educación, acudió a reinaugurar la sede del IPASME; la, en ese entonces alcaldesa capital, asistió en representación del gobierno estatal, viéndoselas a gusto, contentas, como dos grandes amigas, las “panas” de siempre.
Un Orinoco de rumores corrió.