no solo fue una actriz icónica; también escribió guiones, dirigido y mirado el mundo con ojo de fotógrafa. Creció entre clases de teatro y oratoria, dio el salto a Broadway con Hair, se fogueó en Play It Again junto a Woody Allen (que le valió una nominación a los Tony) y más tarde se convirtió en rostro clave del cine con títulos como Sleeper, Manhattan, Annie Hall-por la que ganó el Oscar- y su participación en El Padrino. En esa trayectoria hay una constante: convertir lo cotidiano en algo memorable.
Qué quiso decir con la frase
"Los recuerdos son simplemente momentos que se niegan a ser ordinarios" sugiere que la memoria es, ante todo, un filtro emocional. No guardamos cada día como una lista de hechos; guardamos instantes que, por intensidad, belleza o significado, se rebelan co