A Pedro Dammert

El despertar de la ‘Generación Z´ (como la denominaron los medios) fue lo suficientemente potente para quebrar el pacto entre el gobierno y la mayoría congresal y convertirse, junto con la proximidad de las elecciones generales, en un factor acelerador de la vacancia de Dina Boluarte. Las nutridas protestas ciudadanas de setiembre fueron la expresión más clara del profundo malestar acumulado contra la presidenta, el congreso y el sistema político en su conjunto. Esta contundencia no se registraba desde las movilizaciones que derrocaron a Manuel Merino el 2020, y antes contra la Ley Pulpin el 2015. Por eso son vistas como un punto de quiebre en la crisis del régimen. Hace algunas semanas la sensación era, por lo menos en Lima, de desmovilización social. ¿Qué pasa con la gen

See Full Page