Casi al final de uno de los callejones más extensos del pueblo, entre los parrales secos de una finca, se enclava un galpón que no solo resguarda sillas, mesas, juegos infantiles, camas y otros muebles de caño: es también el refugio de varias mamás que encuentran allí trabajo y contención.

La supermamá y dueña del emprendimiento es Reina Díaz . Tiene 46 años, cuatro hijos y se la nota feliz de estar al mando de “El Gran Soldador” , una pequeña empresa familiar dedicada a la fabricación y venta de mobiliario de metal que actualmente tiene cinco empleados, cuatro de ellas mujeres y tres que son mamás, un gesto alejado del mundo corpo en una actualidad donde tener hijos puede significar un problema.

“Fue un objetivo que nos planteamos, incluir mujeres a la industria, y nos dimos cu

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