La Policía Metropolitana de Londres ha confirmado que está llevando a cabo una «investigación activa» sobre las graves acusaciones que pesan contra el Príncipe Andrés . Según ha trascendido, el hijo de la difunta Isabel II, presuntamente, habría utilizado a su escolta policial, pagada con dinero de los contribuyentes británicos, para investigar de manera irregular a Virginia Giuffre , quien le acusa de abuso sexual cuando era menor de edad.

La polémica se ha desatado tras la filtración de un correo electrónico que revela cómo el hermano del Rey Carlos III habría proporcionado datos personales sensibles de Giuffre a su guardaespaldas, incluyendo su fecha de nacimiento y su número de seguridad social estadounidense. Una actuación que podría constituir un delito grave tanto en Reino Unido como al otro lado del Atlántico.

Las implicaciones de este escándalo no se limitan únicamente al Príncipe, sino que salpican directamente al corazón del Palacio de Buckingham y podrían tener ramificaciones internacionales que compliquen aún más la ya deteriorada imagen del ex duque de York.

Según ha publicado el diario británico The Telegraph , el príncipe Andrés habría encargado personalmente a uno de sus oficiales de protección personal que recabara información sobre Giuffre. Posteriormente, comunicó esta actuación a Ed Perkins , quien entonces ocupaba el cargo de subsecretario de prensa de la fallecida Reina Isabel II en el Palacio de Buckingham.

Ante estas nuevas informaciones una portavoz de Scotland Yard ha confirmado que el departamento de policía está «al tanto» de los informes de los medios y que están investigando «activamente las acusaciones realizadas».

Cabe decir que las consecuencias legales podrían ir mucho más allá del territorio británico. El Príncipe Andrés podría enfrentarse a una investigación criminal en Estados Unidos por compartir el número de seguridad social de Virginia Giuffre sin su consentimiento, una violación grave de la privacidad que está tipificada como delito federal en el país norteamericano .

Pero el escándalo no se circunscribe únicamente a la figura del controvertido ex duque. El personal del Palacio de Buckingham también podría verse obligado a responder ante las autoridades sobre qué información manejaban exactamente y, lo que es más importante, qué hicieron con ella una vez tuvieron conocimiento de estas prácticas irregulares.

Estas nuevas revelaciones sobre el príncipe Andrés han vuelto a levantar la polémica entre la clase política británica. Así, Ed Miliband , actual Secretario de Energía del Gobierno laborista, no ha dudado en calificar los acontecimientos como «profundamente preocupantes» durante su intervención en el programa Domingo con Laura Kuenssberg de la BBC .

« Estas acusaciones son profundamente preocupantes . Creo que la gente quiere analizarlas y su contenido. Pero si eso es correcto, esa no es en absoluto la forma en que se deben utilizar los agentes de protección personal», ha declarado el ministro, dejando claro que el uso de recursos públicos para fines privados resulta inaceptable.