Cándido Conde-Pumpido se sienta en el sillón del dentista, dispuesto a dejar que El Mundo le arranque un titular. Para realizar la delicada extracción hay una maniobra clara que es limpiar las coronas circundantes, es decir, el contexto. Solo así se logra que el presidente del Tribunal Constitucional, progresista, diga con bombo y platillo en portada: "Quien esté políticamente en contra de la amnistía tiene muchos argumentos para estar". Aún va más allá cuando afirma, en un subtítulo: "Si los ciudadanos no están de acuerdo con la ley de amnistía, les corresponde responder a las elecciones". Si llegan a remover un poco más la tenaza el hombre habría terminado pidiendo directamente el voto para el PP.
Un vistazo al texto de la entrevista muestra cómo la frase de primera página, sin lo que