Un tribunal ha condenado a Verónica Andreina Rojas Soto, de 44 años, a 10 años de prisión por un comentario crítico hacia el gobierno de Nicolás Maduro, realizado en una conversación privada por WhatsApp. La mujer fue acusada de «incitación al odio» y fue arrestada hace tres meses. También fue detenida la amiga con quien conversaba, aunque esta fue liberada semanas después.
La condena ha generado preocupación entre los familiares de Rojas, quienes consideran que la sanción es desproporcionada y piden una revisión del caso. Su hija, Karelys Rojas, quien reside en Portugal, ha calificado la decisión de injusta, argumentando que su madre es una persona pacífica y sin antecedentes de conducta delictiva. Karelys destacó que Verónica es una mujer dedicada a su familia y no representa una amenaz