No pudo ser. Talleres desaprovechó anoche una gran oportunidad de alejarse del descenso y de prenderse en la lucha por clasificar a los octavos de final del torneo. No fue claramente superado y quizá mereció mejor suerte, pero el fútbol no premia los méritos, sino a quien convierte los goles. Y el que los hizo fue este River alicaído, que necesitaba recuperarse tras cuatro derrotas consecutivas.

El 2 a 0 final pareció un castigo excesivo para la “T”, pero le dio el triunfo al equipo que jugó con mayor inteligencia y supo mostrar su jerarquía cuando el partido se le presentó favorable.

El primer cuarto de hora fue equilibrado, aunque la “T” lucía más ambiciosa, recostando su ataque por la izquierda y aprovechando la velocidad de Rick, quien complicaba con sus trepadas a Montiel. Hubo un r

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