La salida dada por Juanma Moreno a la crisis en la Consejería de Salud deja ver que el presidente ha considerado que se enfrentaba a un problema político, más que de organización y gestión de los recursos que maneja el Servicio Andaluz de Salud. Ha colocado al frente del departamento a un consejero especializado en apagar fuegos allá donde se producen y del que se supone que es tan capaz de enfrentarse a la oleada de incendios forestales de cada verano o las inundaciones de cada otoño con una mano, mientras con la otra conjura ataques de ciberpiratas contra Andalucía o prepara a la región frente al riesgo de un nuevo apagón.

Quizás no se equivoque del todo el presidente. Está a punto de concluir una legislatura que ha transcurrido sin otros sobresaltos que los que han ocasionado los probl

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