Tal cual… Parecía, realmente, un personaje sacado de la novela picaresca. Al igual que el Lazarillo, el ourensano también sirvió a muchos “amos”. Si uno llegaba al oficio de pregonero, el otro se convertía en guarda del cementerio de Barcelona. Uno y otro, habían roto todos los clichés. Ambos
El guarda del cementerio de Barcelona

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