Alvaro Ramírez González. Era obvio que la llegada atropellada de Abelardo de la Espriella a la campaña presidencial y su increíble disparada en las encuestas que lo tienen todas en primer lugar, traería muchas reacciones. Además, el carácter, la fuerza y las duras afirmaciones de el Tigre contra Petro y contra Juan Manuel Santos, iban a generar una reacción violenta desde ambos frentes. Seamos claros, a Miguel Uribe lo asesinaron por qué se proyectaba con claridad como presidente de Colombia. Así lo dije yo cuando lo presenté ante un auditorio de 650 empresarios y profesionales en el Club del Comercio de Pereira. A Miguel Uribe no lo asesinaron ni los esmeralderos, ni un grupo de mafiosos desde Dubái, ni ninguno de esos distractores que disparó Petro para aplacar la indignación n

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