El actor Fernando Tejero , que firma un papelón en la película de Amenábar El cautivo como fraile villano, ha reconocido la farsa teatral de los realities. “ Está todo guionizado ”, denunció sobre el MasterChef de los famosos. “Quieren roles, está el guapo, el borde, el simpático... a mí me tocó ser el borde”. ¿Y ahora nos caemos del guindo, cuando esta fabulación es corriente, sobre todo desde que inventaron el pinganillo?

Tras el caso de Verónica Forqué hace tres años ese programa presuntamente gastronómico es un artefacto peligroso. El pinganillo da órdenes, adjudica emociones y anula toda libertad personal. Es tu identidad audiovisual. En los debates políticos los contertulios no llevan pinganillo, van a pelo con opiniones previsibles. Al PP le representan los peores del m

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