Pocas cosas resultan tan desagradables como salir de la ducha y sentir que el baño parece una nevera. Aunque encender el radiador parezca la única opción, existen formas de ganar calor de manera casi inmediata sin aumentar la factura.
El calor que ya generas
El baño es una de las estancias más pequeñas de la casa, y precisamente por eso se calienta rápido si el calor se queda dentro.
Mantener la puerta cerrada antes, durante y después de la ducha permite que el aire caliente se concentre en el espacio. Una toalla enrollada al pie de la puerta o una alfombra gruesa ayudan a retener el calor y evitar las corrientes.
También puedes aprovechar el vapor de la ducha, deja que el vapor se distribuya por unos minutos antes de ventilar. El aire húmedo caliente elevará la temperatura ambien