Cuando un vehículo no arranca, la reacción instintiva de muchos conductores es pedir ayuda para empujarlo. Esta maniobra, que en un auto manual puede tener sentido, se convierte en un riesgo enorme cuando se trata de un carro automático.
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Empujar este tipo de vehículo no solo es inútil: puede afectar seriamente el sistema de transmisión y dejarte con una reparación que podría costar miles de dólares.
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Los carros automáticos operan con una tecnología diferente a la de los manuales. Su transmisión utiliza un convertidor de par en lugar de un embrague tradicional, lo que significa que no existe una conexión directa entre las ruedas y el motor. Por