Mientras la ministra de Sanidad señala con el dedo a comunidades gobernadas por el PP, como a la Comunidad Valenciana, ayer mismo, por "desproteger a las mujeres" debido a su, a su juicio, "irresponsabilidad" en los cribados del cáncer, las dos ciudades autónomas que dependen directamente de su gestión, Ceuta y Melilla, tienen motivos suficientes para ponerle "la cara colorada".
Desde que se hicieran públicas, hace dos semanas, las supuestas irregularidades en las pruebas de detección del cáncer de mama en Andalucía, la ministra no ha parado de atacar a las autonomías con gobierno "popular", dudando de la calidad de sus cribados y acusándolas, como a Madrid, de "no preocuparse por la salud de las mujeres".
En su cruzada en pos de la responsabilidad sobre un asunto que no es de su compet