Delfina tiene 9 años y con su corta edad se transformó en una de las caras de la lucha de los trabajadores que aún reclaman sus derechos tras ser desvinculados de la empresa Ilva, en Pilar.

Es hija de Marcos Guevara, uno de los 300 empleados despedidos intempestivamente por la fábrica de porcelanatos del Parque Industrial.

A Delfi le tocó enterarse y entender muy rápido la problemática que impactó de lleno en su familia. Papá se quedó sin trabajo, esa herramienta que los dignificaba y les daba seguridad. Y fue tal cual ella lo relata; de la noche a la mañana, por medio de un mensaje de Whatsapp y un candado colocado en la puerta de ingreso a la planta de producción.

A pesar de su corta edad, Delfi no dudó y se puso al frente de la lucha. Le tocó hacerlo. Dejar su infancia y crecer de go

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