Entre los ´70s y los ´80s formé parte del Departamento de Educación Creativa de ORT Argentina. Éramos un puñado de jóvenes entusiastas, la mayoría estudiantes universitarios, que enseñábamos ciencias naturales en escuelas primarias de la comunidad judía. Los viernes compartíamos reuniones en las que se exponían diseños de experiencias que se nos iban ocurriendo, no siempre irrefutables. Recuerdo con especial afecto algunas discusiones, enardecidas pero reveladoras.

Creo que nunca aprendí tanto a enseñar como en esos años, y se lo debo a los interrogantes y las orientaciones de mis coordinadores y compañeros, así como a las valiosas contribuciones de dos talleres de ciencia legendarios.

Muchos de nosotros seguimos desarrollando estas tareas durante años en otros ámbitos, además de produ

See Full Page