En Málaga , hablar de desayunos es hablar de identidad. Ningún malagueño concibe la primera comida del día sin ese binomio inseparable que forma parte del ADN local: el mitad y el pitufo . Pan tostado, mantequilla o aceite, café en vaso de cristal y una conversación entre amigos son los elementos de una costumbre que trasciende lo gastronómico para convertirse en un símbolo cultural.
A pesar de las modas, los brunch internacionales o las nuevas tendencias saludables, el pitufo sigue reinando en las barras y terrazas de la ciudad. Su presencia es tan constante como el sol del Mediterráneo y su importancia, tan reconocible como el espeto o el campero . En este contexto, la Guía Repsol ha querido poner en valor este icono del desayuno malagueño, señalando cuáles son los l