Unos mensajes en el móvil de Isak Andic, clave para poner el foco policial en su hijo

Barcelona Desde hace más de medio siglo, poquísimas personas habían podido acceder a uno de los secretos mejor guardados de Barcelona. Prácticamente, sólo los trabajadores del mantenimiento del metro y algún vándalo amante de los grafitis habían podido pisar la estación fantasma de Correos, cerrada en 1972 después de sólo 38 años en funcionamiento. La madrugada del martes, sin embargo, con motivo de los actos del centenario del metro, TMB ha permitido a varios afortunados pasear por el andén de una estación que sigue congelada en el tiempo.

Caminar los casi 300 metros de vía que separan la estación de Jaime I de la de Correos es como atravesar un túnel del tiempo. Lo corrobora una de las publicidades q

See Full Page