PORTLAND, Maine, EE.UU. (AP) — Uno de los cetáceos más raros del planeta ha continuado una tendencia alentadora de crecimiento poblacional tras nuevos esfuerzos para proteger a estos gigantes animales, según los científicos que los estudian.

La ballena franca del Atlántico Norte ahora cuenta con un estimado de 384 ejemplares, ocho ballenas más que el año anterior, según un informe del Consorcio de Ballena Franca del Atlántico Norte publicado el martes. Las ballenas han mostrado una tendencia de lento crecimiento poblacional en los últimos cuatro años.

Es una noticia bienvenida tras una preocupante disminución en la década anterior. La población de las ballenas, que son vulnerables a colisiones con barcos y enredos en aparejos de pesca, cayó alrededor del 25% de 2010 a 2020.

La tendencia hacia la recuperación de la ballena es un testimonio de la importancia de las medidas de conservación, afirmó Philip Hamilton, científico senior del Centro Anderson Cabot para la Vida Oceánica del Acuario de Nueva Inglaterra. El centro y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica colaboran para calcular la estimación de la población.

Las nuevas medidas de gestión en Canadá que intentan mantener a las ballenas a salvo mientras aumentan su presencia en el golfo de San Lorenzo han sido especialmente importantes, dijo Hamilton.

“Sabemos que un aumento modesto cada año, si podemos mantenerlo, llevará al crecimiento poblacional”, expresó Hamilton. “Es sólo si podemos mantenerlo o no”.

Los científicos han advertido en los últimos años que la lenta recuperación de la ballena ocurre en un momento en que los gigantes animales aún enfrentan amenazas de muertes accidentales, y que se necesitan medidas de conservación más fuertes. Pero también hay razones para creer que las ballenas están mejorando en cuando a sus bajos números de reproducción, dijo Hamilton.

Las ballenas son menos propensas a reproducirse cuando han sufrido lesiones o están mal alimentadas, han dicho los científicos. Eso se ha convertido en un problema para la especie porque no están produciendo suficientes crías para mantener su población, han señalado.

Sin embargo, este año cuatro hembras de ballena tuvieron crías por primera vez, dijo Hamilton. Y otras ballenas que ya habían sido madres tuvieron intervalos más cortos entre crías, agregó.

En total nacieron 11 crías, lo cual es menos de lo que los investigadores esperaban, pero la entrada de nuevas hembras en el grupo reproductivo es alentadora, comentó Hamilton.

Y cualquier número de crías es útil en un año sin muertes, dijo Heather Pettis, quien lidera el programa de investigación de ballenas francas en el Centro Cabot y preside el Consorcio de Ballena Franca del Atlántico Norte.

“El ligero aumento en la estimación de la población, junto con la ausencia de mortalidades detectadas y menos lesiones detectadas que en los últimos años, nos deja cautelosamente optimistas sobre el futuro de las ballenas francas del Atlántico Norte”, manifestó Pettis. “Lo que hemos visto antes es que esta población puede cambiar rápidamente”.

Las ballenas fueron cazadas hasta el borde de la extinción durante la era de la caza comercial. Llevan décadas bajo protecciones federales en Estados Unidos.

Las ballenas migran cada año desde las zonas de cría frente a Florida y Georgia hasta las áreas de alimentación frente a Nueva Inglaterra y Canadá. Algunos científicos han dicho que el calentamiento del océano ha hecho que ese viaje sea más peligroso porque las ballenas han tenido que desviarse de las áreas protegidas establecidas en busca de alimento.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.