Los rodapiés son uno de esos lugares donde el polvo parece instalarse para quedarse. Por mucho que se limpien, al cabo de unos días vuelven a cubrirse de esa fina capa gris que resta brillo a las paredes y al suelo. Sin embargo, existe un truco muy sencillo que puede ayudar a mantenerlos limpios durante más tiempo: las toallitas para la secadora. Mira también:

Déjala con un perfume duradero: cómo secar la ropa para evitar malos olores

Estas toallitas están pensadas para perfumar y suavizar la ropa durante el secado, pero también tienen un efecto menos conocido: su poder antiestático. Al calentarse y moverse dentro del tambor, liberan una fina capa de agentes suavizantes que recubren las fibras textiles y neutralizan la electricidad estática que se genera por la fricción.

Esa misma prop

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