MADRID (EUROPA PRESS) - El presidente de Francia, Emmanuel Macron, considera como un "debate legítimo en democracia" las diferencias de opinión en torno a las ejecuciones provisionales de penas, a raíz de las críticas suscitadas por casos como la entrada en prisión del exmandatario Nicolas Sarkozy o la inhabilitación de la política ultraderechista Marine Le Pen.
Todo el mundo desea que haya vías de recurso, pero es un debate que debe hacerse con calma e independientemente de casos específicos", afirmó Macron este martes, durante una comparecencia ante los medios en Eslovenia en la que ha apelado a la "serenidad".
Macron, que recibió el pasado viernes en el Elíseo a Sarkozy, dijo ahora que no le corresponde "comentar o criticar" las decisiones judiciales, ya que el jefe de Estado es a su