Este verano las vidas de e dieron un giro radical. Después de 11 años de matrimonio, 9 de ellos como marido y mujer, y con dos hijas en común, acordaron poner punto y final a su relación. Llevaban un tiempo haciendo vidas por separado , aunque viviendo en el domicilio conyugal, hasta que la noticia estalló en el kiosco rosa a modo de bomba. Ellos lo confirmaron y comenzaron a perfilar una nueva etapa que afrontaban con optimismo . Ambos confesaban lo difícil que había sido tomar la determinación de tomar caminos por separado y que, por el bien de sus hijas, la ruptura sería de pacífica.

Están cumpliendo lo prometido. Al menos en esos puntos. No tanto en aquel otro en el que prometían no hacer declaraciones públicas y mucho menos rentabilizar su drama familiar. El hijo de Isabel Panto

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