Ciudad de México.- Tres días después de que advirtiera que no iba a permitir que el Tianguis Limonero de Apatzingán se llenara de intermediarios o 'coyotes' controlados por el crimen organizado, el líder agricultor Bernardo Bravo Manríquez fue torturado y asesinado de un balazo en la cabeza en la Tierra Caliente de Michoacán.

El presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán (ACVA), quien exhibió extorsiones, omisiones gubernamentales y actuar impune de sicarios en la zona, fue encontrado con el torso desnudo, huellas de tortura y al interior de su camioneta gris en el camino Apatzingán-Tepetates.

A unos cuantos kilómetros del crimen, en el Tianguis Limonero que recorría cada semana, estaban sus colegas y conocidos, aquellos a los que les pidió en los último

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