En el centro de la ciudad, dicen los comerciantes, la sensación es la de un abandono cotidiano: robos, violencia, mecheras y bandas de adolescentes. Ante la desidia, los comerciantes se organizaron en un grupo de Whatsapp en el que se cuidan entre todos, que ya cuenta con más de 3000 fotos de los rostros de los delincuentes, impresas y pegadas en los comercios. Esas imágenes son una marca de época, entre la desidia, la inseguridad y la autoprotección.
Iván Del Palacio es un comerciante que administra una de las comunidades más activas contra la inseguridad: allí los comerciantes se avisan cuando detectan movimientos sospechosos, hacen seguimientos y comparten información sobre los presuntos ladrones. “Llegamos al punto de conocer sus nombres, apellidos, dónde viven, sus vínculos. Lo únic