La antigua Casona de Xicoténcatl, reconocida hoy como patrimonio y monumento histórico, fue mucho más que la primera sede del Senado de la República; antes, funcionó como noviciado, colegio jesuita y el Hospital General de San Andrés, donde se atendió a cientos de personas durante la epidemia de viruela.
Su nombre proviene de la calle donde se ubica, llamada así en honor a Santiago Xicoténcatl, integrante del Batallón de San Blas; por ello, popularmente se le conoce como “Xico”, explicó María de Lourdes Inclán, arquitecta y maestra en historia del arte.
Durante su conferencia “Antigua Sede del Senado de la República, Casona de Xicoténcatl, número 9”, María de Lourdes Inclán detalló que el edificio concentra elementos de historia, arte y política. Su arquitectura es de origen colonial, co