
Según un reporte de El Economista , nueve de cada 10 trabajadores en México ya usan inteligencia artificial (IA) en su trabajo diario . Lo sorprendente es que solo cuatro perciben que sus empresas la aprovechen plenamente.
El estudio AI Productivity Survey de IBM revela una brecha, y es que la adopción de IA no está siendo impulsada por las áreas de sistemas ni por las direcciones generales, sino por los propios empleados. Ellos descargan, aprenden y aplican herramientas de IA por cuenta propia, incluso sin autorización formal .
En contraste, apenas el 40% de los trabajadores siente que sus empresas están usando la IA de forma efectiva . A pesar de que ocho de cada 10 organizaciones ya implementaron alguna herramienta, el uso corporativo sigue lejos de ser óptimo, pues solo uno de cada cuatro empleados utiliza las plataformas de IA que su empresa les proporciona.
El resto recurre a sus propias soluciones personales, fenómeno que el estudio llama Shadow AI (IA en la sombra), con todos los riesgos que eso implica: desde pérdida de datos hasta incumplimientos de seguridad.
La resistencia empresarial: miedo, falta de integración y poca capacitación
El mismo informe de IBM apunta a tres grandes obstáculos que impiden que las empresas mexicanas aprovechen la IA al nivel de sus empleados: la falta de capacitación (49%), las dificultades de integración con sistemas antiguos (41%) y la preocupación por la privacidad de datos (39%). Mauricio Torres, presidente de IBM México, lo resumió con una frase directa:
“No me traigas un caso en el cual la tecnología es linda. Yo quiero algo que realmente signifique más ganancias brutas”
Los empleados, por su parte, piden tres cosas concretas: entrenamientos prácticos (65%), casos de uso reales (52%) e integración con las herramientas que ya usan (49%). En otras palabras, menos “cursos de moda” y más soluciones que realmente mejoren su productividad diaria.
Productividad personal al alza, empresas estancadas
El 86% de los trabajadores mexicanos afirma que la IA ya los hace más productivos y eficaces , con ahorros de una a seis horas semanales, según el reporte de IBM. Las razones son que terminan tareas más rápido (65%), organizan mejor su carga de trabajo (49%) y toman decisiones con más precisión (39%). La IA, en otras palabras, ya está generando retorno, pero a nivel individual, no organizacional.
Como anteriormente reportamos en Xataka México , el país vive un auge en la adopción de IA, solo en 2024, unas 495,000 empresas comenzaron a usar esta tecnología, lo que equivale a casi una empresa por minuto. Sin embargo, la mayoría se queda en la superficie. Apenas 3% de las compañías mexicanas la usa de forma avanzada, con sistemas realmente integrados o personalizados . El resto sigue en la etapa de chatbots y automatizaciones simples.
El “ GenAI Divide ”: alta adopción, baja transformación
El fenómeno no es exclusivo de México. De acuerdo con el estudio The GenAI Divide: State of AI in Business 2025 , elaborado por el MIT, 95% de las empresas del mundo no obtiene ningún retorno económico de sus inversiones en IA . El reporte señala que la mayoría se queda “ del lado equivocado ” del llamado GenAI Divide : adoptan herramientas populares como ChatGPT o Copilot, pero no las integran en sus procesos. Solo el 5% logra llevar sus pilotos a producción y ver beneficios reales.
El problema, según el MIT, no es el modelo ni la regulación, sino el aprendizaje, las herramientas empresariales no retienen contexto ni mejoran con el tiempo . Por eso, mientras las compañías siguen atascadas en la fase de prueba, los empleados usan sus cuentas personales de IA todos los días, mucho más rápido y con mejores resultados. En palabras del informe, “ los trabajadores ya cruzaron el GenAI Divide ; las empresas todavía no ”.
Shadow AI: cuando los empleados van por libre
El MIT confirma lo mismo que IBM observó en México, que mientras solo 40% de las empresas paga por suscripciones oficiales de IA, 90% de los empleados ya usa herramientas personales como ChatGPT o Claude para automatizar su trabajo diario.
Esa brecha ha dado lugar a una “ economía paralela ” dentro de las oficinas, donde los trabajadores cruzan el GenAI Divide sin esperar a que su empresa lo haga. El resultado es que hay más productividad, pero también más riesgos de filtración de datos y problemas de cumplimiento.
Tanto IBM como el MIT coinciden en un punto y es que el futuro de la IA empresarial dependerá de su capacidad de aprender y adaptarse. La próxima generación de sistemas, llamados agentic AI , promete mantener memoria, mejorar con la retroalimentación y coordinar tareas complejas sin intervención humana . IBM insiste en que la adopción debe ser “ segura, transparente y centrada en el ser humano ”, mientras el MIT advierte que la ventana para cerrar la brecha se está cerrando rápido.