Unos mensajes en el móvil de Isak Andic, clave para poner el foco policial en su hijo
Washington Uno de los grandes problemas que tienen las paces exprés (o pseudopavos, según el caso) con las que Donald Trump quiere ganar el Nobel de la Paz es la fragilidad. Muchos analistas ya hacían notar lo de otras treguas que ha mediado el presidente estadounidense antes de que se llegara al acuerdo para el fin de la guerra en Gaza. Pero en este caso es aún más evidente: un plan pactado entre Trump y el primer ministro, Benjamin Netanyahu, sin los palestinos y que, aun así, ahora es el israelí el potencial detonador de su ruptura. En este contexto, el vicepresidente estadounidense, JD Vance, ha viajado este martes a Israel para asegurarse de que no se agriete la tregua después del fuego cruzado de