Una nueva ola de fondos cotizados en bolsa (ETF, por su sigla en inglés) está permitiendo a los grandes poseedores de Bitcoin incorporar sus fortunas digitales al sistema financiero regulado, sin necesidad de venderlas. Este mecanismo, impulsado por gigantes como BlackRock , marca un giro simbólico: el capital que nació para desafiar a Wall Street ahora se integra en él .
El cambio fue posible gracias a una modificación regulatoria introducida hace unos meses , que habilitó por primera vez las llamadas transacciones en especie para productos de bitcoin.
Este tipo de operaciones, habituales en la industria de los ETF , permite transferir activos directamente al fondo a cambio de participaciones , sin que medie una venta. El resultado es fiscalmente neutro y convierte un ac