Cada día dejamos huellas digitales. Desde una simple compra en línea hasta el uso de una red social, nuestros datos personales viajan por múltiples servidores. La seguridad digital ya no es solo un tema para las empresas o los expertos en tecnología; es una responsabilidad ciudadana. La protección de datos personales se ha convertido en un escudo esencial frente a fraudes, suplantaciones de identidad y espionaje digital.
La era digital ofrece ventajas incuestionables: acceso rápido a la información, comunicación instantánea y servicios personalizados. Sin embargo, estos beneficios tienen un precio. Según un informe de Cybersecurity Ventures, se estima que en 2025 el costo global del cibercrimen alcanzará los 10,5 billones de dólares anuales. Esto demuestra que la vulnerabilidad de la info