La Fiscalía de Tarija, Bolivia, ha presentado este martes una acusación formal contra el expresidente Evo Morales por el delito de trata agravada de personas. Esta decisión se basa en una investigación que comenzó en septiembre de 2024, relacionada con una presunta relación entre Morales y una menor de edad en 2015, cuando aún ocupaba la presidencia. La fiscal departamental, Sandra Gutiérrez, confirmó que se han recopilado pruebas suficientes para proceder con la acusación. "Estaremos a la espera de lo que establece el procedimiento penal para que una vez que el juez analice todo esto, tendrá que pasarlo al tribunal correspondiente para que señale día y hora para que se lleve adelante el juicio oral", declaró Gutiérrez en una conferencia de prensa. La investigación sugiere que de esta relación habría nacido una niña. Además, la Fiscalía también ha acusado a la madre de la menor, Idelsa Pozo, por el mismo delito. Evo Morales, quien se encuentra en el Trópico de Cochabamba, ha sido objeto de una orden de captura desde octubre de 2024, tras no presentarse a varias audiencias judiciales, alegando problemas de salud. En este contexto, un tribunal lo declaró en rebeldía. Morales ha denunciado que el gobierno del presidente Luis Arce está fabricando el caso en su contra, recordando que ya fue investigado en 2020 sin que se encontraran pruebas en su contra. La situación se complica para el exmandatario, quien ha permanecido en su bastión político, resguardado por sus seguidores, mientras enfrenta estas graves acusaciones. La fiscal Gutiérrez, quien lideró la investigación, fue destituida de su cargo poco después de hacer el anuncio, aunque no ofreció detalles sobre su cese. La justicia ahora deberá determinar los próximos pasos en este caso que ha captado la atención nacional e internacional.