Cuando el partido se convirtió en un ejercicio de supervivencia, al Atlético no le quedaba chaleco antibalas. También influye, claro, que los de Simeone se inmolaran en la salida de la posesión y temblaran con cada balón parado en contra. La Champions es como el algodón, no engaña y a este equipo le faltan muchas virtudes para torear en las grandes plazas europeas. Los de Simeone convivieron con el partido y creó el peligro que pudo.
«Primero, lo positivo. competimos muy bien hasta el primer gol. Después, pudimos haber defendido mejor. Ellos lo hacen muy bien, meten muchos goles. Lo importante que es la pelota parada en el fútbol, sobre todo en estas competiciones, donde cada detalle marca el camino para adueñarte del partido. Pudimos hacer falta en el 2-0 y no lo hicimos. No es ma