A dos semanas de que las lluvias dejaran a su paso comunidades enteras bajo el agua y el lodo, 76 personas muertas y 31 no localizadas, también emergió la solidaridad. En Poza Rica, Veracruz, un grupo de jóvenes decidió transformar su pequeño taller de reparación de celulares en una fábrica improvisada de esperanza. Ahí construyen recogedores -herramientas esenciales para quienes hoy intentan limpiar lo que quedó de sus hogares. La corresponsal de CNN en Español, Valeria León tiene la historia.

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