La orden del dictador Nicolás Maduro es escalofriantemente simple y, a la vez, profundamente reveladora. El anuncio de que el sistema VenApp de Venezuela se expandirá para crear una aplicación donde el ciudadano pueda reportar “todo lo que ve, todo lo que oye”, bajo el pretexto de la “defensa del país” contra amenazas estadounidenses, no es una innovación en seguridad nacional. Es la digitalización del aparato de represión.
La petición del dictador es la formalización de una red de informantes a escala nacional, donde la herramienta de control social más antigua de la dictadura recibe una actualización tecnológica.
El anuncio de Maduro, transmitido por la estatal VTV, expone el manual de todo régimen autoritario: primero, se manufactura una amenaza externa existencial, en este caso, el d