Las altas capacidades de los militares colombianos los han convertido en blanco de estructuras criminales , empresas de servicio de seguridad, grupos narcotraficantes, entre otros, para convertirlos en mercenarios.

Los militares luego de que pasan al retiro quedan con ese conocimiento de la guerra intacto, que se termina convirtiendo en una forma de subsistir cuando salen de la fuerza.

Uno de los casos más sonados fue el del crimen del presidente de Haití, Jovenel Moïse, donde un grupo de exmilitares colombianos participó en el magnicidio.

Esta forma de obtener recursos económicos ha generado r echazos por parte del gobierno como es el caso del ministro de defensa, Pedro Sánchez.

El alto funcionario dijo que: “el soldado verdadero no tiene precio. Sirve por deber, no por contrat

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