Que algunos no crean, no quiere decir que las acciones de otros no tengan ningún tipo de sentido. En la previa de la semifinal de la Copa Libertadores , las cábalas de Gustavo Costas en Racing van a estar más presentes porque la idea es no dejar nada librado al azar con el fin de que se obtenga el tan ansiado pasaje a la gran final que se disputará en Lima, Perú.
Hay una serie de maniobras que el experimentado entrenador llevar a cabo con el fin de que la suerte esté de su lado y le de una mano en uno de los partidos más importantes de la Academia en los últimos años. Una de las “costumbres” que se repetirá serán los besos a las estampitas de santos que lleva consigo a todos lados. Siempre están cerca como en una especie de guardianes protectores para evitar la presencia de mala