
XALAPA, México (AP) — Las recientes lluvias torrenciales que provocaron deslizamientos de tierra y desbordamiento de ríos en el este de México causaron también daños en un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex), lo que provocó un derrame a lo largo de unos ocho kilómetros en el río Pantepec, a la altura del municipio de Álamo, uno de los más afectados por las inundaciones en el norte del estado de Veracruz.
Pemex dijo el martes en un comunicado que la emergencia se atendió “de inmediato”. Primero instalaron “dos barreras de contención, cordones oleofílicos y equipos de bombeo y recolección superficial” del hidrocarburo en la zona afectada del río y luego colocando otras tres barreras “para consolidar la contención".
La energética no menciona cuándo tuvo lugar el derrame pero, según dijo Arturo de Luna, un vecino de Álamo, se percataron del mismo durante el fin de semana. “Sinceramente todos estamos muy preocupados”, explicó.
Al menos 76 personas murieron en las lluvias torrenciales que tuvieron lugar entre el 6 y el 11 de octubre en distintos estados del centro y el este del país. Diez días después, una treintena siguen desaparecidas y más de un centenar de comunidades permanecen incomunicadas. En torno a 100.000 viviendas fueron afectadas, según las estimaciones del gobierno que continúa trabajando en el censo de damnificados.
En el norte de Veracruz, la ciudad petrolera de Poza Rica y la de Álamo fueron de las más dañadas por las inundaciones.
El río Pantepec recorre parte de esa zona y abastece de agua a muchas comunidades de la zona, incluida la ciudad de Tuxpan, que está poco antes de que el río desemboque en el Golfo de México.
El martes, Pemex trabajaba junto a efectivos de la Marina, funcionarios de la federal Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente y autoridades estatales y locales para evitar que la contaminación llegara a los sistemas de captación de agua que abastecen a la población, dijo Jesús Fomperoza, alcalde de Tuxpan, en su cuenta de Facebook.
Fomperoza agradeció también el apoyo de empresarios, terminales marítimas y pescadores que colaboraron en la instalación de las barreras.
Pero comunidades afectadas temen que pueda haber riesgos sanitarios y otras afectaciones porque el derrame ya comenzó a afectar rutinas cotidianas.
De Luna dijo que en Álamo el servicio de lanchas que se utilizan para el transporte local fue suspendido, dejando incomunicadas a varias comunidades ribereñas y afectando la economía de quienes dependen de esta actividad.
El daño al ecosistema también prepocupa aunque todavía sea pronto para saber su alcance, dijo Alejandra Jiménez una activista de Chalchi, una ONG ambientalista que trabaja entre en temas de agua.
Jiménez advirtió que la recuperación ambiental podría tardar años, dependiendo de la rapidez y eficacia de las acciones de contención. “La fase de prevención, pues no se dio, entonces ahora lo que deben de evitar es que se siga dispersando” el hidrocarburo.