El uso de drones, esas pequeñas aeronaves que se ven cada vez más en manos de aficionados y profesionales, se ha vuelto una actividad de alto riesgo legal en Colombia si no se cumplen ciertos requisitos. La Aeronáutica Civil (Aerocivil) ha puesto en alerta a los dueños de estos equipos: volar un dron sin tener el "permiso" o el documento adecuado puede generar multas que alcanzan los $20 millones de pesos.
El principal requisito, y el que más ignoran los usuarios, es la certificación oficial del piloto y, en muchos casos, el registro de la aeronave ante las autoridades. Para la Aerocivil, un dron no es un simple juguete; es una aeronave y, como tal, debe ser operada por alguien que demuestre tener los conocimientos necesarios para no poner en peligro el espacio aéreo del país.
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