La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) realizó un estudio donde buscaban garantizar la calidad del jamón mediante análisis de muestras en el Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor, se detectaron que algunos de estos productos “no son lo que parecen” y se autodenominan “embutidos” y otras variantes como “embutido cárnico” o “embutidos cárnico cocido”, “embutido cocido de carne de cerdo y pavo”, “cocido de pavo” o “producto cárnico cocido” que constituyen un nuevo sector en el mercado fuera de toda normatividad.

La Procuraduría comenta que el jamón se comercializa en cinco clasificaciones de acuerdo a su contenido de proteína libre de grasa, grasa y fécula que inciden directamente en su aporte nutrimental y precio.

Debido al hallazgo, Profeco publicó en la edición de ju

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