Hay momentos en los que el tiempo se detiene y solo queda actuar con rapidez, con precisión, con calma. Son esos instantes que separan la tragedia del alivio, el caos del orden, la desesperación de la esperanza. Nadie está libre de enfrentarse a una emergencia, ya sea un incendio forestal, una inundación repentina o una avalancha humana. Frente a esos escenarios imprevisibles, la mejor arma no es solo la tecnología ni los equipos de rescate, sino el conocimiento y la preparación que cada persona pueda tener para actuar con serenidad y eficacia. Por eso, enseñar a niños y jóvenes a responder con seguridad es una inversión en vidas y en futuros que se defienden.

El IES Fernando Zóbel de Cuenca ha sido escogido para liderar en Castilla-La Mancha un plan pionero de formación en emergencias, q

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