Si de celebrar se trata, la plaza del Pilar no tiene parangón . Pero si además el motivo es un triunfo deportivo aragonés, el gran «salón de la ciudad» se convierte en un estallido de alegría y emoción no contenida para miles de zaragozanos.

No hay inicio de temporada sin que la plantilla al completo del Real Zaragoza haga la tradicional ofrenda de flores a la Virgen del Pilar en busca de protección y guía para el nuevo año de competición. La tradición marca que no hay conquista deportiva, individual o de equipo, que no lo celebren en la plaza del Pilar y ofrezcan su triunfo a la Virgen del Pilar.

El Real Zaragoza a lo largo de su historia ha conquistado varios campeonatos, pero la más destacada fue la temporada 1963-1964 en la que lo conquistó todo . La edición de El Noticiero del

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